Ya no comprendo ni quiero comprender esta puta etapa de mi vida. No sé qué esta sucediendo ni sé cómo, o cuando ha empezado esta tortura, y tampoco quiero saberlo. Ya no te comprendo ni me comprendo, aunque conozca cada movimiento de tu ser, y es que adoro y odio eso. Adoro comprender cuando es verdad y cuando es mentira. Sé comprender cada mirada tuya y es por eso que me duele, porque puedo comprender cuando me mientes y cuando eres sincero. Me duele saber que en tus ojos hay puro dolor y me duele saber que no puedo hacer nada para remediarlo.
Quiero verte sonreír como lo hacías antes, quiero ver ese niño super inmaduro en tu interior. Ya ni sé en qué posición de mi vida estás, has cambiado, pero no conmigo, si no con tu entorno.
Habías prometido ser más tierno, estar más comprometido con la relación. ¡YA SÉ QUE TENEMOS PUTOS PROBLEMAS COMO TODO EL MUNDO! Pero puta madre loco, no te agarres la bronca conmigo, ¡NO ME MIENTAS! Sé que algo te sucede, no me engañes, te conozco más que a nadie. La mentira tiene patas cortas. Quieres hacerte el desinteresado y solamente me lastimas a mí, y eso es la puta mierda que no puedes ver, que no quieres ver. No quieres verme sufrir pero inconcientemente lo haces, ¿en qué quedamos? Tu no sabes la impotencia que me da no saber qué hacer ante tu desigualdad. Sé que no lo haces por maldad, quieres ocultar tu dolor, pero carajo, ¡CONMIGO NO LO OCULTES! Tus problemas son los míos y tratarte peor de lo que me tratas duele, pero no puedo tratarte de otra manera. No puedo ser amorosa cuando lo único que recibo son mentiras que se escupen de tu boca tratando de ocultar el dolor de tu alma, no puedo dar amor cuando cierras tu corazón ante mí, ante todos. No puedo ser amorosa cuando no me dan amor. Me cansé de ser tierna, de ser mimosa, de preocuparme. Voy a ser fría, seré fría. No me importa cuanto podré afectar los muros que construimos, mis sentimientos serán misiles a la guerra de tu corazón. Ya no quiero más mentiras. No quiero más llantos interminables por la noche ni ojos colorados por la mañana. No quiero discusiones monótonas ni disculpas sin sentido. No quiero morder mis labios ni presionar mi rostro contra la almohada para que nadie escuche mis mullidas lágrimas. No quiero esperar nada de ti, quiero que dejes de esperar de mi.
Traté y traté de ayudarte pero, ¡es que tu no te dejas ayudar! y duele saber que soy solo una mole inerte suspendida en tu interior, tal vez estoy allí con algún sentido, o tal vez soy solo relleno. Algún día lo sabré.
Quiero olvidar.
Debes vivir.
No me busques más.
Ya te olvidé.
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