Jamás entendí el por qué, de decir que el corazón siente, y la mente no comprende razones que el amor sí. Jamás entendí... está todo en mi cabeza, ¿cómo puede transportarse todo a otro órgano?. Sinceramente nunca creí que lo que llamamos "corazón" pudiera sentir por si solo, nunca creí en esas cursilerías llamadas "Mariposas en el estómago", porque no estoy segura si lo que sentí fueron mariposas... pero se sintió tan raro, jamás lo había sentido... Pero sinceramente desde que lo besé, esas "mariposas" o más bien prefiero llamarlo: pequeños choques de electricidad, no se han ido. Desde que mis labios rozaron los suyos puedo admitir que esa energía tan peculiar no se ha ido. Besarlo fue tocar el cielo... no... besarlo es estar en el cielo. Poder tenerlo en mi piel, es volar a otra realidad tan maravillosa, que a veces tengo miedo de despertar repentinamente, y que él tan solo sea un buen sueño, un sueño para recordar todas las eternidades existentes.
Lo considero todo tan extraño, me había propuesto realmente estar sola. Me había propuesto enfocarme en otras cosas... no solo chicos. Pero acá se encuentra mi error, él no es "solo un chico". Él... él es ese chico que sin estar cerca mío, y con un par de palabras, me hace sentir en el Olimpo. Su voz es canto gozoso de dioses cuando se acerca a mis tímpanos, su voz me estremece. Sus ojos no distinguen el tinte de lo imposible y lo real, aunque pensándolo bien, junto a él todo es tan real, aunque solo mi mente juegue con sus pupilas. Su sonrisa, una danza de ninfas, que me rodean en sus vientos tan consoladores, su rostro es la naturaleza pura. Me ha y está haciendo sentir más amor del que ha sentido Apolo por Daphne. Quiero ser Daphne y que en esta mitología, pueda poseerme. Quiero que todo deje de tener un final trágico y que pase a ser maravilloso.
Me he considerado una Circe cualquiera por mucho tiempo... o tal vez tan solo era para pasar el rato. Pero desde que lo conocí ya no deseo más nada, solamente poder tenerlo, abrazarlo, sentirlo bajo mi piel, unidos... siendo una sola persona. Ha despertado sentimientos en mí que creí muertos...
Me hizo volver a vivir.