Todavía pienso en ti.

Hay cosas que ya no puedo evitar, y necesito escribirlas o es que... mi mente y corazón explotarán simultáneamente.

Todo solía ser tan perfecto y color de rosa que me acostumbré a esa realidad. Me acostumbré tanto que hice que mis ojos se cegaran de ese color maravilloso, ese color alegría y pasión... tanta fue mi cegera que ni pude evadir cuando aquel color fue apagándose. Tanta fue mi emoción que cuando mis pies tocaron el suelo, aquel color había desaparecido y tan solo quedaba una gran oscuridad a mis alrededores, estaba sola, estaba sin él. No sé cuando acabó todo y sigo sin saber su por qué. Sigo sin saber cuál fue el motivo que nos hizo llegar al abismo. Sigo sin comprender porque las cosas acaban, porque las cosas se terminan. El que mi persona quiera averiguar todo eso me hace una niñita caprichosa, no es lo que debo hacer, los momentos se desgastan, nuestro cielo jamás fue celeste, las nubes nos taparon y hoy, las inundaciones de mis lágrimas nos ahogan, estoy cayendo.

¿Vas a dejarme caer? sí, vas a hacerlo. Ya no estarás para mí ni yo estaré para ti... es todo una locura y gran decepción, no puedo creer todavía que ya no esté contigo, tantos momentos vividos que dejamos ir, ayer fue el adiós y hoy es el olvido, mañana volveré a nacer, y empezaré una nueva vida sin ti. Suena fácil, si tan solo los tiempos fueran exactos, si tan solo olvidarte me llevara 24hs sería la niña más enamoradiza del mundo. Me enamoro, me desamoro, mi vida es un gran círculo amoroso, siempre fue así... y no es que quiera que sea así, nada más necesito ser querida, y hoy... que queda poco para que se cumpla un mes desde que ya no rozo tus labios, no acaricio tu piel ni huelo tu aroma, me voy dando cuenta que jamás dependí de ti, como yo lo creía. Te creía más capaz y necesario en mi vida, que el oxígeno mismo. Te creía mi ángel y sin embargo tus alas jamás me han protegido. Te llegué a ver con los ojos más transparentes, te vi de todas formas. Nos vimos de todas formas. Acostados, sentados, parados, uno arriba del otro, abrazados, separados, enojados, con ojos de amor. Nos vimos piel a piel, ni la ropa se interponía entre nosotros, fuiste y eres mi gran amor.

Todo esto es demasiado incómodo, el recordarte me hace nubes en los ojos, nudos en las garganta... no deseo llorar, llorar ya no es lo mío. Lo único que creí que era mío, era él y hoy ya no está... 

Se fue, no volverá. Buena vida.